jueves, 12 de febrero de 2009

New York, New York


El título de esta entrada no es novedoso, como tampoco lo es que quedara prendada con esta ciudad presente en los sueños de más de media humanidad, lo que sí es nuevo es el sentimiento de cercanía que encontré.
Primero era la protagonista de una película, después la amnésica que quiere recordar algo de su pasado pero que sólo percibe imágenes que ya ha visto antes y que no consigue vincular con su vida aunque floten en su mente, esa sensación de dejà vu que te embarga a cada paso , luego el ruido de la ciudad, el olor del metro, las alcantarillas humeantes, el calor del verano que incitaba a Marylin a poner su ropa interior en el congelador, todo ello formaba ya parte de mi vida aunque no me había dado cuenta hasta entonces.
Con lo que no contaba, y no porque tuviera prejuicios, o quizá sí los tenía y tampoco me había dado cuenta, era con la afabilidad de la gente, con el deseo de ayudar al turista que ha terminado sus bonos de autobús haciendo una colecta entre todos los viajeros para que no se tenga que bajar a las siete de la tarde a buscar otro transporte, con las personas que se acercaban en el metro para ayudarte a encontrar la línea adecuada, o los que te ayudaban a descifrar el mapa, buenos vecinos de la aldea global, intentado hacer algo por tí ya que habías venido de tan lejos a visitarlos, la humanidad amable que volvía acogedor ese paisaje, desmesurado y arisco de hormigón y cristal, del que no puedes calibrar las proporciones hasta que te encuentras de pie, mirando hacia arriba, arrobado y asustado al mismo tiempo por sus dimensiones.
El mundo parece más pequeño en el siglo XXI que en el XX, y es una sensación embriagadora con un punto de vértigo en el fondo del estómago, un vértigo que siento todavía cuando recuerdo este verano, de hecho no he querido salir de viaje otra vez a ningún sitio, sigo saboreando mis recuerdos y asimilando el vuelco que ha dado mi percepción de nuestro planeta y de la palabra lejano.
¿Aún no estoy preparada para un mundo globalizado, o solamente estoy recuperando mi pasado (cinematográfico), recuperándome de aquella amnesia cultural que no estaba segura de padecer?